Sin trama y sin final es el título de un pequeño ensayo de Anton Chéjov a propósito del arte de escribir. En este blog se publicarán relatos de menos de doscientas palabras. Quien se atreva podrá mandar su obra a nuestra dirección de correo electrónico: sintramanifinal@gmail.com. Espero que hagamos una buena colección entre muchos.



24.1.12

Burnout.

por Mikel Aboitiz.
- Blog La lengua salvada -.

Por fin quietas. Las agujas ya no avanzarían dictando las horas, oprimiendo, angustiando. Podría demorarse cuanto quisiera antes de la entrega. No más agobios y sudores. De pensar en ello le entró una risa floja que escondió tras la palma de la mano. Comprobó por encima del hombro que ninguno de sus compañeros (¿compañeros? ¡Sabandijas!) le miraba. Consultó de nuevo el reloj y arrancó a carcajearse sin disimulo. El tiempo estaba detenido: podía pasar de la entrega de las 14:05, 14:20 y... Se dobló de la risa. Le hicieron corro. Alguien sentenció con un deje de pena:
Se ha cargado el reloj.

10.1.12

Dientecillos

por El Impenitente.
- blog Los Cariacontecidos -.

Rosa e Isabel son dos hermanas gemelas que tienen siete años. Mi hijo, que tiene cinco, juega mucho con ellas en la calle. La gente me ha dicho que tenga cuidado, que estas niñas son muy especiales pues lo que más les divierte es jugar a hacer cementerios. Yo no he notado nada raro. Juegan como niños que son. Las niñas viven en la misma calle un poco más arriba y tienen un gato de nombre Dientecillos. A mi crío le gusta mucho el gato y me pide permiso para subir a casa de las niñas a jugar con él. No veo ningún problema. El gato debe de ser muy divertido y muy dócil por lo que me cuenta mi hijo. Una de estas veces que subió decidí acompañarle. Sentada al fresco en la puerta de su casa estaba la madre de las niñas.

-Buenas noches. Aquí venimos, a jugar con Dientecillos.
-¿Dientecillos? Pues no hace ya años que se murió el gato.