Sin trama y sin final es el título de un pequeño ensayo de Anton Chéjov a propósito del arte de escribir. En este blog se publicarán relatos de menos de doscientas palabras. Quien se atreva podrá mandar su obra a nuestra dirección de correo electrónico: sintramanifinal@gmail.com. Espero que hagamos una buena colección entre muchos.
Este relato es una buena definición de la teoría de la relatividad. Cada uno tiene sus tiempos.
ResponderEliminarEl sumum de lo breve : pocas palabras y mucha historia escondida trás ellas. Un saludo. Blanca G.L.
ResponderEliminarTe has superado por que si en 200 palabras e scomplicado condensar una buena historia, hacerlo en un par de líneas es toda una proeza y tú lo haces. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe quedé triste porque escribiste sobre lo más heavy de las despedidas.
ResponderEliminarQué lindo! Qué lindo! Felicitaciones
Chau, me voy a pensar en una historia vieja
Hola a todos.
ResponderEliminarPetrarca, la verdad es que estuve buscando algún tipo de contraste existencial, de rotura temporal que escondiera alguna historia o varias posibilidades. Qué cosas. Se podría decir que has dado en el clavo o, mejor, en un clavo posible.
Blanca, más que el summum yo creo que es el minimmum. No creo que sea capaz de poner menos palabras, al menos de momento. Seguiré ensayando.
Jlin. Cuento con la ventaja de que la historia le toca ponerla al lector. Se me ocurrió tirar por los vericuetos que apunta Petrarca porque traté de narrar algo sin trama y sin final, y a la vista está que me resulta imposible.
Conductora: siento la tristeza aunque me alegra que te haya parecido lindo. En cualquier caso te ofrezco la posibilidad de variarlo si te apetece, aquí mismo: en los comentarios.
En general si a alguien le apetece hacer una variación sobre ADIÓS o una complementación o lo que le venga en gana le insto a que lo haga aquí. El Peri me ha dado permiso.
Gracias a todos.
J. P. Lázaro.
No podría J.P.
ResponderEliminarEs así, corto, triste, hermoso
Sobre este esqueleto que presentas se puede complementar con un monton de opciones, intentemoslo un saludo
ResponderEliminarA ver:
ResponderEliminarLa quiso tanto que jamás se sintió correspondido. Era el de ella un amor tan frío, y tanto deseaba él sentirse amado, deseado, que resolvió abandonarla.
J. P. Lázaro.
Venga, esos valientes.
Bueno que no se diga, que la iniciativa merece la pena. Ahí va mi pobre intento:
ResponderEliminar"Amar nunca fue lo suyo y cuando él le dijo adiós, temblando ante la perspectiva de un final definitivo, su gélido corazón apenas sintió nada."
En este minirelato veo un Adiós consensuado, pactado. Todo se había vuelto neutro, insensible, no cabían ni más alegrías ni más tristezas.
ResponderEliminarPues me atrevo...
ResponderEliminar"Se dijeron Adiós justo antes que su amor tan intenso empezara a quemarles por dentro"