por Chema Rodríguez.
La población de reses bravas mayores de cuatro años estaba convocada a las urnas. Debían pronunciarse, en referéndum, sobre la supresión de la fiesta nacional, plasmada en el espectáculo denominado “corridas de hombres”.
La campaña electoral discurrió de la forma más pacífica que pueda imaginarse, pues a los numerosísimos mítines convocados no acudió ni una sola res, por lo que los “mugidores” , partidarios de una u otra opción, no pudieron decir un “mu” a favor o en contra de las opciones sometidas a refrendo.
El resultado fue espectacular, y digno, por su particularidad, de figurar en los anales de la historia de la democracia y de los tratados políticos: Cero votos para el sí, ningún voto para el no, no se registraron votos en blanco, ni tampoco votos nulos, toda la población optó por la abstención, siendo ésta la primera vez en la historia en la que se daba tal resultado.
La población de reses, en lugar de ir a las urnas, decidió masivamente, mediante una especie de pacto tácito, permanecer en las dehesas y pastizales mugiendo sobre la complejidad de la “condición vacuna”.
Excelente relato. Creo que eso deberíamos hacer como estas inteligentes reses y en las próximas elecciones irnos a pastar al campo o a la playa para transmitir un claro mensaje a ciertos señores.
ResponderEliminarBuen relato. Me dejó pesando y a la vez me quedó una buena sonrisa en la boca.
ResponderEliminarGracias por vuestras opiniones conductora y Jlin. A veces tengo la conviccion de que la humanidad seria mucho mejor, si todos los humanos fuesemos algo surrealistas
ResponderEliminarBueno, quizá en la próxima convocatoria electoral, aclarada la condición vacuna y otras cuestiones trascendentales, se ocupen de las corridas de hombres.
ResponderEliminarJ.P. Lázaro.