Sin trama y sin final es el título de un pequeño ensayo de Anton Chéjov a propósito del arte de escribir. En este blog se publicarán relatos de menos de doscientas palabras. Quien se atreva podrá mandar su obra a nuestra dirección de correo electrónico: sintramanifinal@gmail.com. Espero que hagamos una buena colección entre muchos.



30.4.11

Vuelta a casa II.

por J.P. Lázaro

No soñaba. Estaba obligado a dejar de hacerlo. Pudo sentirlo aún en el otro lado. Pudo sentir lo definitivo de aquellos últimos instantes plácidos que debía dejar atrás urgentemente. Bajarse en marcha, saltar sobre suelo firme a pesar de los riesgos. Asuntos pendientes afuera. 

Pudo abrir los ojos, aún atrapado en  una voluntad que sentía prestada. Pero en la habitación de ella, recordó sobresaltado. Y del otro él. Explicablemente solo sin poder explicárselo primero. Enseguida sin querer explicárselo. Dudó entre desperezarse con urgencia y esperar un poco para reunir fuerzas antes de emprender la huida necesaria.  Tenía que salir de allí cuanto antes. Y con los pies en el suelo ya no pensó más: actuó deprisa, ya plenamente consciente se vistió, de manera atropellada recogió del suelo los cristales rotos aunque evitó cortarse con ellos,  y apenas tuvo que alisar un poco la colcha sobre la que había amanecido. La acción se desarrolló ligera hasta llegar a un punto a partir del cual ya sólo quedaba salir de allí para no haber estado nunca.

5 comentarios:

  1. Tres veces lo he leído, tres veces me ha gustado pese a la sensación de desasosiego que me produce, vaya usted a saber si por la lectura en si o por la gripe que me tiene machacado desde hace tres días.

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  2. A mi me ha gustado demasiado. Me angustia un poco no saber si quería hacerlo o no.
    Lindo, lindo JP

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  3. Es un relato que transmite el desasosiego, la angustia, la no calma. Me ha gustado a pesar de que me ha encogido el alma.

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  4. Al principio me recuerda cada mañana cuando uno tiene y no quiere levantarse, abandonar el nido de sábanas y mantas, de la oscuridad en la habitación, para enfrentarse a la luz del día y a nuevas luchas cotidianas. Pero después me pierdo : ¿ que ha hecho para tener que huir sin dejar rastro ? Un saludo.
    PD. Porfa, preguntále al librero si sabe algo de "El último lugar de la tierra" ;-)

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  5. Hola.

    Bueno, Jlin, espero que ya estés mejor aunque, vaya, si la fiebre ha servido para que el relato te gustara tres veces pues... pues que me alegro (al menos un poco).

    The Driver. El protagonista despierta y se pega duro con la realidad: está en una habitación que no es suya, que pertenece a otras personas a las que conoce y en la que han sucedido cosas, posibilidades que se apuntan. Tengo pendientes un par de lecturas en tu blog. Ya paso.

    Hola , Layna. Es un poco angustioso, sí, no sé si lo suficiente. La calma se rompe desde el momento en que depierta.

    Blanca. No se sabe qué ha hecho, pero está claro que nada bueno. Se da cuenta de que está en la habitación de ella y del otro él (el otro él es una expresión retorcida que debe apuntar algo), y además hay cristales rotos en el suelo. Y además sabe que debe salir de allí enseguida. Es un mal despertar, desde luego. Te escribo sobre tu libro al correo.

    Gracias a todos.
    J. P. Lázaro

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