por Petrarca.
La próxima vez le daría cien besos. Cien justos. Así, le dijo, sería fácil sacar la estadística y descubrir la proporción con que le atraía cada parte de su cuerpo. Le adelantó que dedicaría el 70% de los besos a su parte frontal, el 20% a su parte trasera y el 10% restante a sus laterales. Pero añadió que no estaba seguro del todo y que, probablemente, convendría utilizar un rotulador para delimitar las zonas. A ella le entró la risa. Luego él le informó de que no sabría por dónde empezar, que quizá el instinto le llevaría a algún lugar entre la sien y la clavícula derechas... Pero que eso dependería. Luego estaría más claro: descendería, poco a poco, evitando las zonas comprometidas que, por supuesto, dejaría para el final. Otra duda importante era cuándo besarla en la boca. Él dudaba si hacerlo entre el 86 y el 90 o entre el 91 y el 95. Serían cinco, eso parecía claro. Una buena proporción -según su criterio- teniendo en cuenta que lo demás también estaría disponible. Ella cambió de tema sin preguntar dónde recibiría los últimos cinco o diez besos y la conversación se dirigió hacia sus vacaciones respectivas.
Im-pe-ca-ble.
ResponderEliminarMis más sinceras felicitaciones
Tiene un principio y tiene un final, y entre medias un texto muy sugerente. Aunque yo, de un amigo tan calculador no me fiaría mucho... :-) Me ha gustado la originalidad del relato. Un saludo. Blanca G.L.
ResponderEliminarGracias a los dos. Añado, como subtítulo cinematográfico, que está basado en hechos reales. A veces la vida nos escribe los relatos.
ResponderEliminarBien cierto es, y con muy buenos temas. Solo queda contarlos bien, como tu has hecho. Un saludo. Blanca G.L.
ResponderEliminarPetrarca, no estarás utilizando este blog para ligar, ¿no? Mira que te veo venir. De verdad que ya no sé qué hacer con vosotros.
ResponderEliminarPor cierto, seguro que nadie se ha tomado la molestia de contar las palabras que contiene tu relato, exactamente el doble de las que indica el título, amigos. Es que este tipo hila fino... aunque casi se queda fuera...
Dos palabras por cada beso, vaya.
ResponderEliminarTodo en esta vida, amigo Peri Lope, lo utilizo para ligar aunque, como decía el clásico: Quod natura non dat, Internet non praestat. ;)
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