por The driver.
Enjuga lágrimas de felicidad extrema y si se preguntara por qué desea llorar, no lo sabría contestar. Quizás te haya esperado bastante tiempo o sólo el suficiente y tu imagen, asesino, la conmueve. Ya la has matado tantas veces que no siente dolor. Entonces aparece la imagen de tu cuchillo que se clava en sus entrañas y deja brotar litros de sangre pura e inocente que sólo buscan saciar la necesidad de que el cuchillo se mantenga adentro. Es la primera vez que una víctima desea la muerte misma como camino a la salvación. Brota la sangre negra y mientras ella cae y se mancha en el charco de su prosperidad, vos te alejas bajo las sombras y te sentís vencedor invencible.
Juntar gota a gota la sangre será entonces lo único que la mantenga viva hasta el día en que decidas asesinarla de nuevo y entonces ella se deje matar, tan fácilmente que hasta cree que lo está haciendo mal.
Tema muy dramático y más aún por la necesaria compresión en pocas palabras de una situación muy dura. El relato, como en los perfumes, o mejor dicho, los venenos, la concentración los hace muy fuertes. Un saludo. Blanca G.L.
ResponderEliminarPlenamente de acuerdo con Blanca GL, duro por el tema que toca, directo y a la vez sensible y realista. Me ha gustado mucho,
ResponderEliminarun saludo
Muchas Gracias.
ResponderEliminarMe quedo con "juntar gota a gota la sangre será entonces lo único que la mantenga viva (...)". Escalofriante.
ResponderEliminarJ. P. Lázaro.
Gracias por los comentarios, los invito a darse una vuelta por mi blog, este es uno de los relatos!
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